sábado, 16 de marzo de 2013

LOS AZOTES (recibidos)

LOS AZOTES (recibidos)
Entiendo que tenga dudas, entiendo que necesite aceptar lo que está descubriendo, entiendo que es hora de tener paciencia, y además, no entiendo que no sea completamente sincera con usted misma.

¿Por qué digo esto?

Entiendo que piense que la excitación se produce cuándo la hago esperar, y esperar, y esperar, y desesperar el primer azote.

No entiendo que piense que la excitación proviene de la espera cuándo le pongo el collar, las muñequeras, sujeto las muñequeras al collar con sendos mosquetones y acto seguido comienzo a azotar con la fusta o el gato; entonces no hay espera, quizá sea todo incluso muy rápido, deseo azotarla y lo hago, sin más dilación, sin esperas, sólo con un ojo puesto en su rostro, un pensamiento puesto en no exceder su límite al dolor que, con placer, le provoco. Sabe, porqué me conoce que hoy iré un poco más allá, y también sabe que pararé antes de que me diga la palabra clave, en esos momentos en que no se pertenece, en que es completa y absolutamente MÍA, el placer se mete hasta en el último recodo de su ser, no es un placer producido por la entrega, que sí, que lo/la hay, pero no es el caso; es un placer producido por el dolor.

Quizá le asuste la idea de saberse masoquista, de saber que aún puedo mostrarle algo más, ir más allá, destapar lo que lleva toda tu vida ocultando, ocultándose, quizá por un estúpido sentimiento de vergüenza; realmente querida niña, no se puede sentir vergüenza por ser como se es, por gozar en la intimidad como se goza, por sentir placer con el dolor e incluso dolor con el placer.

Cuándo se llora de felicidad por un placer obtenido entre mis manos, por mi voluntad de provocarle dolor, entonces no caben dudas.

Yo, sé lo que sé, y no sé lo que no sé.

La aceptación, debe llegar de la mano de la duda, ciertamente, debe llegar de despejar la duda, del sentimiento hecho pensamiento racionalizado; pero mucho raciocinio tampoco es bueno, hay cosas que no se pueden expresaar con matemáticas, no hay fórmulas físicas, ni tampoco silogismos filosóficos que quepan en los sentires, por desgracia para usted, no le servirá tampoco hacer un diagrama de flujo, ni usar código binario, por desgracia para usted, deberá dejar de pensarse cómo un ser aparte del mundo, cómo un ser individualizado; es cierto que quizá no necesite ponerse pinzas en los pezones para poder tener un orgasmo cuándo se masturba, pero no es menos cierto que a veces, tras azotarla con dureza, usted está tan excitada, tan húmeda que sólo con pasarle un dedo por la piel ya podría llegar al clímax.

El otro día, mientras hablábamos del sub-space; le comenté que yo sé hacer llegar por dos vías, la vía de la concentración, en tanto en cuánto que es muy parecido al nirvana, y la vía del dolor; usted sonrió, y entendí perfectamente la sonrisa, es la misma sonria que ilumina esos ojazos que tiene cuándo la uso. Cuándo los azotes son el lenguaje con que el placer hace su aparición.

Un beso cruel

2 comentarios:

Unknown dijo...

Permiso para hacer un comentario de puntillas

Muy pocas veces se llora de felicidad, pero cuando eso ocurre es maravilloso.
Lo triste es que también hay pocas personas que han llorado de felicidad.

Un beso para ambos.

Unknown dijo...

lara no tienes que pedir permiso para hacer comentarios, esta es tu casa, pasa sin llamar

la verdad es que yo soy muy llorona, no lo puedo evitar, es mi forma de expresar mis emociones, a menudo rabia, dolor, pero muy pocas veces alegría, así que en ese sentido me siento muy orgullosa de vivir lo que vivo de la forma en que lo hago

es un placer incontrolable

Un beso!!