domingo, 17 de noviembre de 2013

Esclava de una decisión

Esclava de una decisión
Os dejo a continuación el último relato que he escrito.

La conoció en la oficina, fue de aquellas nuevas incorporaciones por la ampliación de un proyecto nuevo que hizo la empresa por un par de meses, a primera vista no congenió con ella, había algo en ella que no terminaba de ver claro, el día que se acabó su contrato lo supo, se le acercó y le pidió ser su esclava, sin límites ni palabra clave; al principio le negó que supiera de qué le hablaba, luego aceptó de mala gana haber sido "descubierto", al fin y al cabo llevaba relacionándose con otros Amos y esclavas desde hacía años, no obstante, que le reconocieran y no reconocer le ponía de los nervios.

Se fue a vivir con él pocos días después, cuándo por fin Él aceptó tomarla a prueba, explicarle quién era y qué esperaba de ella como persona, como mujer y como esclava; hablaron del masoquismo de ella, de su corta experiencia, del sadismo de Él, de su dilatada experiencia, y entonces ella cometió el error de su vida. Le prometió que jamás se arrepentiría de haberla aceptado.

Con el tiempo se enamoró de Él.

Con el tiempo llegaron los uniformes, fetiches de Él que la hacían vestirse de una manera determinada cuándo tenía invitados en casa para cenar o comer, y así aparecieron en su armario el uniforme de chacha, el de verano, el de invierno, el de puta callejera, el de monja con minifalda, e incluso el que por una parte le hacía más gracia, pero por otra más la humillaba, el de colegiala.

Con el tiempo también se dio cuenta de que había límites en ella, cómo había límites en Él.

Con el tiempo aparecieron los protocolos.

Con el tiempo aparecieron las prácticas demasiado salvajes que la hacían desmayarse y que dejaban en Su cuerpo rastros de todo tipo en forma de marcas.

Con el tiempo el periodo de prueba terminó y Él le exigió que en el término de un mes le diera una respuesta a si quería continuar o no.

Lo tenía muy claro, quería continuar con Él, siendo "la esclava de", el 99% de su alma quería permanecer a su lado, siendo SUYA, perteneciéndole, un único 1% no quería saber nada de un hombre que le había comunicado que si aceptaba la marcaría a fuego; durante ese mes aquél uno por ciento le pesó cómo una losa, y cuándo por fin tuvo que responder, le explicó el porqué de que no siguiera con Él.

Por vez primera en toda su vida un uno por ciento pesó más que el noventa y nueve por ciento restante, por eso recogió sus cosas y se marchó.

Con el tiempo se arrepintió.

Con el tiempo le echó de menos

Con el tiempo se quiso poner de nuevo entre sus manos.

Con el tiempo entendió que Él jamás la volvería a aceptar

Supongo que por eso, una mala mañana, se suicidó.

Un saludo y feliz domingo

Karl H

jueves, 14 de noviembre de 2013

6ª Miniquedada BDSM en Sevilla

El próximo viernes día 29 de Noviembre tendrá lugar la 6ª Miniquedada BDSM en Sevilla, os dejo a continuación la información, así cómo el enlace a FetLife en el que CougarOfLust hace la convocatoria:

Duración: de 7:00 de la tarde a 3:00 de la mañana (19:00pm - 03:00am)

Lugar: Los niños del Flor
Calle Teniente Borges, esquina con calle Santa Vicenta María, 41002 Sevilla, Andalucía, España



Ver mapa más grande


Coste: Lo que cada uno decida.

DressCode: Informal.

Descripción:Una vez más aquí os dejo la información sobre la 6ª mini-quedada. El objetivo básico es sencillo: conocernos, vernos las caras, charlar, y en resumen, crear un ambiente agradable y respetuoso donde encontrarnos con gente de la zona. La dinámica de estas quedadas suele ser siempre similar: quedamos para charlar, tomar algún café/refresco/cerveza/loqueosapetezca, después cenar juntos allí mismo, y finalmente saldremos a un pub de la zona (por el centro, cerca del Corte Inglés del Duque) Este mes será muy parecida a la anterior (gracias a los participantes por la gran acogida que está teniendo esta iniciativa), en el mismo sitio: Los niños del Flor.

 Quedaremos a las 19:00 allí (arriba podéis ver la dirección exacta), y si por cualquier cosa alguien no quiere o no puede venir tan pronto, puede unirse a lo largo de la noche cuando quiera, eso sí, AVISAD ANTES. Para evitar indecisiones sobre a quién esperar y a quién no por parte de los organizadores... por favor, confirmad asistencia como muy tarde el día 27.


Para quién quiera ir en coche, existe un parking público abierto las 24 horas en la plaza de la Concordia.  Las tarifas son: del min. 1 al 60: 0,040168 €. A partir del minut 61: 0,031652 €

El acceso a la plaza de la Concordia está cerrado desde Duque, por obras en la calle Jesús del Gran Poder, que parece zona de guerra en vez de una calle del centro de Sevilla

Para más información: Véase la convocatoria en FetLife

Tmbién podéis poneros en contacto conmigo a través del correo:



Ojazos y yo pensamos asistir, así que desde aquí también lo confirmos, esperamos ver a algun@s de l@s que leéis este blog por allí, poneros cara y sobre todo también voz.

Un saludo

Karl H

lunes, 11 de noviembre de 2013

Parece que fue ayer

Parece que fue ayer
Quiero dedicar este relato a todas aquellas personas que además de mantener una relación BDSM, tienen hijos, sé perfectamente lo complicado que es vivir con críos y ser sádico y/o masoquista, y/o Dominante, y/o sumiso y andar siempre con la mosca tras la oreja, y ese tiento, y ese cuidado, y sí, también esa inquietud, ese miedo, va por todos vosotros este relato, a vuestra salud.

Acabo de abofetearte, te sujeto de la anilla central del collar y te miro a los ojos, y entonces ocurre algo que te aleja de mi mil kilómetros.

La puerta de la particular mazmorra que es nuestra habitación se ha abierto, y tú miras fijamente hacia allí; al principio no caigo hasta que escucho la voz de tu madre diciendo que nuestra hija es como tú, igualita a ti, cabezota y puñetera, entonces te suelto, y miro, y allí clavada, bajo el dintel está nuestra hija de 12 años, la sangre se me agolpa en las mejillas, y durante una eternidad no sé qué decir, qué hacer, la seguridad me abandona, y la cabeza se me llena de mil aterradoras preguntas; vuelvo a mirarte y al hacerlo meneo imperceptiblemente la cabeza, dándote permiso para retirarte; cubres tu cuerpo desnudo y marcado por las prácticas con un jersey y un pantalón, y sales descalza mientras le ofreces café a tu madre y te llevas de allí a nuestra hija.

Durante unos minutos no sé qué hacer, ¿habrá que explicarle?, ¿lo comprenderá?, ¿cambiará su manera de dirigirse a nosotros? La adrenalina corre loca por todo mi cuerpo, lleno los pulmones, retengo el aire y lo voy soltando muy suavemente, despacito, intentando contar hasta diez, ¿diez qué? Hasta las ovejas han cambiado, ahora sólo veo la cara de mi hija, su boca abierta, su mirada clavada en el cuerpo de su madre, de mi mujer, de mi perra; cómo puedo voy recobrando la serenidad, la seguridad, apago las velas cuya cera pensaba derramar sobre el cuerpo de mi esclava, miro la cubitera llena de hielo, y salgo de mi mazmorra

Cuándo llego al salón mi hija está sentada, mi suegra también, las dos madres y las dos hijas se miran en silencio; cuándo llego al salón mi esclava se vuelve, me mira, aún lleva puesto el collar de perra, la sujeto por la anilla central, la atraigo hacia mi, y le beso los labios, es un beso suave, tierno, un beso que dice "no te preocupes, déjamelo a mi".

Cuándo nos separamos ella se va a hacer café, su madre anuncia su marcha con un "yo estoy aquí de sobra" y acto seguido se marcha con la velocidad que da la experiencia de vida, mi hija me mira a los ojos, viene hacia mi, y centra su mirada en mi pupila, no dice nada, su silencio es tajante, , duro, pero no echa nada en cara, y entonces sonríe, y me abraza, y cuándo llega su madre también la abraza, durante unos minutos estamos los tres abrazados, luego se retira, se va a su cuarto y hace lo que está acostumbrada a hacer, habla por teléfono; y en un momento determinado dice:

"¿Sabes qué he descubierto de mis padres?"

Mi mujer corre a su habitación, y le corta la comunicación, comienza a decirle que ella no tiene porque ir contando por ahí nada sobre nuestra intimidad, mi hija calla, el timbre suena, de nuevo mi suegra me mira desde otra puerta, me explica que estaba hablando con su nieta cuándo se ha cortado la comunicación, me mantiene la mirada y en ella veo una clara advertencia, sonrío, me doy la vuelta justo en el momento de recibir un beso de despedida de mi hija.

"Volveré el lunes después del colegio, siento la interrupción, bastante difícil lo tenéis durante la semana, adiós" - dice con una madurez apabullante.

Recuerdo aquél día como si hubiera sido ayer. Han pasado siete años, y hoy mi hija ha vuelto a casa con una sonrisa distinta, con una mirada distinta, con ella viene una chica de cuerpo espigado y frágil que lleva un collar al cuello y la mirada fija en sus talones...

Y entonces ha empezado a preguntarme, me ha dicho que ha estado leyendo cierto blog en el que se explica dónde sí se puede azotar y dónde no se debe azotar, me explica que ha conseguido unas varas, y mientras me las muestra hablamos de curarlas; es curioso, nunca he montado trenes con ella, ni jugado al fútbol, tampoco hemos tenido demasiada relación cuándo era pequeña, simplemente nuestros horarios de ocio no coincidían, pero hoy, hoy por aquello de que es sádica, cómo yo, y responsable, como su madre, quiere que le enseñe lo que sé, lo que llevo tantos años practicando, y aunque es mi hija, no viene a mi como hija, si no como sádica, cómo Ama, viene a beber de mi particular fuente, y aunque quiera evitarlo, no puedo por más que lo intento ver a mi hija en ella, a aquella niña pequeña que comenzaba a hablar y a preguntar todos los porqués que se le venían a la cabeza...

Es curioso como pasa la vida, parece que fue ayer

Un saludo

Karl H

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Terror emocional

Terror emocional
Os dejo a continuación el último relato que he escrito.

Vienes y me miras, estás tan cachonda que negarte el orgasmo o simplemente negarte el azote se me hace cuesta arriba. Hoy estás realmente puta...

Te desnudas cuándo lo ordeno, y mientras lo haces te mueves como la perversa zorra que eres, me apuntas con los pezones cómo si quisieras acusarme de algo, luego sonríes cuándo te ordeno que traigas la fusta, y como eres provocadora, sólo puedes traerla provocándome, perra, adoptas tu postura favorita, recorres el estrecho camino hacia el lugar en dónde descansa la fusta, la sujetas delicadamente con la boca, vas y vuelves meneando el culo ostensíblemente, arqueando la espalda, ofreciéndome lo que ya es mío, cuándo llegas a mi esperas a que tienda la mano con la palma hacia arriba, esperas para depositar la fusta en mi mano, y claro, como deseas empezar, te hago esperar deliberadamente.

Mientras esperas a cuatro patas voy a por mi especial botiquín, si tú estás puta, yo estoy sádico, cada cual con su especial manera de ser, nos divertimos así, ¿por qué vamos a cambiar? Coloco 20 agujas hipodérmias sobre la mesita que hay delante de ti, luego te miro a los ojos, nunca antes te las he colocado, nunca antes te he hecho sentir el terror emocional que ahora sientes; parece que te haya encogido el cuerpo, tus ojos me devuelven una mirada de súplica, yo sonrío, retiro la fusta de tu boca, te sujeto del pelo y te hago recobrar parte de la verticalidad, de nuevo te hago esperar, de rodillas, las manos a la espalda, como debe ser.

Cuándo de nuevo te miro a los ojos los veo húmedos, sonrío y te estremeces, sabes qué significa esa sonrisa, te preparas, sin saber para qué, llenas los alveolos al máximo y esperas con los ojos cerrados, los labios entreabiertos dejan escapar una súplica: "Amo...", luego callas porque sabes que me gustas así, calladita, tensa, a la espera...

Cuándo descargo el primer fustazo en tu pecho derecho gimes de placer, el segundo te hace echar los hombros hacia atrás erguir la espalda, ponerla recta, ofrecer las tetas, y claro, yo las azoto metódicamente, las voy coloreando hasta que están tan sensibles que el más leve roce te hace gemir de ese otro placer que te provoco al acariciarte con el envés de la mano... Me retiro unos pasos, sujeto el bote de alcohol, una gasa, y voy limpiando los pezones y areolas con cuidado, primero uno, luego el otro, después te doy una orden que de nuevo te hace encogerte: "Abre los ojos, perra"

Ante tus abiertos ojos sostengo una aguja, la retiro de su envoltorio de papel y plástico, la separo con una lentitud pasmosa de su capuchón plástico y te la enseño, quiero que la veas muy bien, que no olvides la sensación, al fin y al cabo...

Sujeto un pezón con dos dedos, tiro de él, y lo atravieso pinchando la areola desde arriba. tú lloras, sujeto una segunda aguja, y vuelvo a mostrártela, y la clavo en el pezón, esta vez desde el lugar contrario de la areola, y entonces me miras, sonríes, y sigues sonriendo mientras voy formando un dibujo con el resto de las agujas, el terror emocional dio paso primero a la estupefacción, luego al entendimiento de que jamás te haré daño, después a la sonrisa que luces ahora, divertida por un lado, intrigada por el otro, feliz.

Cuándo la última aguja está es "su sitio" sujeto la cámara y "enfoto" tus adornadas tetas, tus enhiestos pezones, tu cara sonriente, el charco que se ha formado entre tus rodillas, pienso por un momento en lo que hace la imaginación unida al miedo a lo desconocido, pienso también en que esta será la primera y única vez que podré jugar con tu miedo emocional a las agujas, al fin y al cabo ahora sabes que no duelen, que casi no pinchan, no sabes algo, pero lo descubrirás en breve, cuándo de nuevo te azote las tetas, esta vez con las agujas puestas, después te las sacaré, y seguramente saldrá algo de esa sangre que me hipnotiza, y que me hará volver de nuevo a perforarlas, eso sí, cuándo tus recién estrenados agujeros sanen por completo.

Cuándo termino de poner el último aposito, te hago recobrar la verticalidad completa, y por primera vez desde que mantenemos esta especial relación sadomasoquista, te beso los labios mientras permito que te corras, luego la vida sigue, cómo por otra parte es normal...

Un saludo

Karl H

domingo, 3 de noviembre de 2013

Algunas cosas del vainilla

Si bien es cierto que se suele poner en cuestión el "exceso" de machismo que hay en las relaciones BDSM por parte del ser Dominante, no es menos cierto que viendo algo tan simpático cómo la imagen que os dejo abajo, cualquier etiqueta sobra una vez más...


www.kalimero.es


Os deseo un feliz domingo, lleno de lo que queráis llenarlo.

Karl H

Esa cosa llamada Master

Definamos para empezar qué es un Master, así al menos sabréis de lo que escribo, y podréis decidir si seguir leyendo o no.

Para mi un Master, o un Maestro, es la persona que conoce bien uno o varios temas, y a través de la comunicación con otras personas traspasa lo que conoce, comparte el conocimiento, y lo hace por el placer de hacerlo, teniendo en cuenta que su visión no tiene porque ser la oficial, ni la única, ni por supuesto, la mejor.

Dicho lo cuál ¿cómo se consigue el grado de maestría?

Que yo sepa no es un título propio de ninguna universidad, tampoco un título que se obtenga por medio de la práctica continuada en empresas, jeje, de hecho ni siquiera es un título, más bien es una denominación, y desde luego no una autodenominación, las autodenominaciones se dejan para los Masters del Universo, que de hecho también los hay en esa otra cosa llamada BDSM

Entonces, os preguntaréis, ¿qué hace que alguien se denomine Master en un perfil, cómo por ejemplo el mío de FetLife?

Cuándo me hice ese perfil concreto de todas las posibles etiquetas que podía poner cómo "rol" (Dominant, Domme, Switch, submissive, Master, Mistress, slave, pet, kajira, kajirus, Top, Bottom, Sadist, Masochist, Sadomasochist, Ageplayer, Daddy, babygirl, brat, Primal, Fetishist, Kinkster, Hedonist, Vanilla, Unsure, Not Applicable) no terminaba de verme en ninguna, y mira que hay... Así que para despejar la cuestión, le pregunté a Ojazos que cómo me veía, o más bien, en cuál me veía más claramente, su respuesta me dejó algo parado, "sin duda Master, tú eres mi Maestro", pensé para mis adentros que cada día sé menos, y que desde luego mi manera de ver el BDSM es mía, particular, demasiado particular como para enseñarla a nadie más que no fuera Ojazos ahora, otras sumisas antes, y sí, todas tuvieron una relación conmigo; la verdad es que aún sigo sin verme enseñando nada...

Aunque, cómo dice Ojazos, quizá en ese no verme enseñando lo que sé, sino obligando a que cada cuál se busque a sí mismo estriba "mi maestría", la idea de poder ser cabrón también a la hora de enseñar siempre me ha gustado, preguntar y poner la zancadilla mientras lo hacía, escuchar respuestas y sonreír mientras veía cómo cada cuál iba creciendo a su ritmo, a su particular manera de ver, vivir y concebir el BDSM, sin imposiciones, con respeto al SER que en cada persona hay, y por supuesto a cada concepción, al fin y al cabo "bedeeseemes" hay tantos como personas en el multiverso

En fin, aquí dejo esto, para quién le sirva...

Un saludito

Karl H