sábado, 24 de mayo de 2014

Fuera de circulación

Fuera de circulación
Hola a todos,

Estaré entre dos y tres meses fuera de circulación en real, así pues no me veréis en quedadas, cervecitas varias, ni cafeses; quizá tampoco muy a menudo por aquí, intentaré publicar una vez en semana, pero no prometo nada.

Espero que pasen pronto y volver a veros antes que después

Os dejo besos y abrazos para que os repartáis

Hasta pronto

Karl H

miércoles, 21 de mayo de 2014

Total, ¿para qué?

Total, ¿para qué?
Os dejo a continuación uno de mis relatos. Espero que os guste.

Has llegado no sé de dónde ni de cuándo, desde que te conozco siempre has cosido a preguntas a las personas de tu entorno, y te conozco desde que naciste.

Hoy te has molestado en venir a visitarme, hay algo que te inquieta, algo sobre mi mundo, un mundo que no desconoces por completo por mor a la lectura de cierto libro sobre BDSM. Tras la lectura entraste en cierto foro y preguntaste, y preguntaste, y preguntaste, hasta que cierta Dómina se fijó en ti y quiso conocerte y cuándo supo quién eras te envió a hablar conmigo. Bendita-maldita amistad.

Me miras con verdes ojos inquisitoriales mientras te digo que ser sumisa no es tan bonito como lo pintan en los libros, que los libros describen la relación perfecta, sin mierdas, sin broncas ni correctivos contundentes cuando se falla, que todo es demasiado suave, y que en las relaciones BDSM que yo conozco nunca se da esa suavidad por la que tanto me preguntas.

"No me importa, yo soy masoquista" - me explicas casi dudando lo que acabas de decir

"¿Y?" - Te espeto

"Que podré resistir cualquier correctivo" - me explicas con una sonrisa.

Entonces te explico que a un ser no masoquista se le corrige físicamente, mientras que a un ser masoquista se le corrige siempre de una manera no física.

Me miras a los ojos, luego al paquete, y mientras dices que entiendes, te desnudas con naturalidad y acto seguido te zambulles en la piscina y te dedicas a hacer unos largos mientras miro tu cuerpo joven, mientras me muestras que eres una hembra deseable.

Por fin sales, te paras en el borde de la piscina, y de nuevo vuelves a mirarme a los ojos.

"No he venido aquí como Julia la hija de su mejor amigo, sino como la perra que desea ser usada por un Dominante con experiencia" - me dices de golpe mientras bajas la mirada, separas las piernas y llevas las manos a la espalda, adoptando la postura de espera.

Te dejo allí, en el borde de la piscina, el sol está en todo lo alto, y yo quiero saber cuánto soportarás esa postura en la que tú misma te has colocado, entro en la casa por un jarra de agua y un vaso, vuelvo y me siento a la sombra del porche a beber tranquilamente y a pensar qué hacer contigo.

Una hora después, mientras pasas de nuevo la lengua por lo labios, yo lleno el tercer vaso de agua cómo si escanciara sidra, el sonido del agua al caer en el vaso te está volviendo loca, mientras te miro, sonrío y pienso que, a veces, más que sádico soy un cabronazo.

El tiempo pasa lentamente para ti que sufres mi sadismo, he ido a por la segunda jarra y al volver y mirarte incluso he sentido lástima, pero también una satisfacción enorme. Cada rayo de sol te azota cómo un látigo de fuego, cuándo comienzas a temblar te comunico que tu palabra clave es mi nombre de pila, no obstante, no la usas.

Escancio el siguiente vaso de agua, y entonces levantas la mirada, lo miras con un deseo irrefrenable, y gimes un por favor que me hace sonreír, te pregunto si recuerdas tu palabra clave, y tu respuesta es sonrojarte mientras vuelves a mirar al suelo. Supongo que piensas que puedes ganar esta partida aunque ambos sabemos que no, sólo es cuestión de que tu cabezonería dé paso a la sensatez.

Miro con detenimiento la nívea piel de tu cuerpo, me fijo bien en el color que está apareciendo en la nariz, los hombros, parte superior de las tetas y en todo lo que sobresale, tambien los empeines se ven afectados; vuelvo a la casa, y salgo con una botella de vinagre y un trapo, y entonces, porque tengo que tener más cabeza que tú, te sujeto del pelo, te hago poner a cuatro patas, y seguirme a la sombra del interior del porche. Suspiras al notar el frescor y comienzas a llorar casi al instante siguiente en que vierto el vinagre sobre los hombros.

"Pronunciar la palabra clave no significa fallar, sino tener cabeza, porque es dada para beneficio de Dominante y sumisa." - te explico mientras cuido las partes quemadas de tu cuerpo - "De hecho, no pronunciarla cuándo se debe sí es fallar, porque al fin y al cabo se da para ser usada, no para ser callada."

Por primera vez desde que te pusiste a mi disposición, me miras a los ojos, luego asientes y simplemente te dejas cuidar.

Vierto un poco de agua en un bol metálico y te lo pongo delante, y vuelves a mirarme a los ojos, luego te inclinas para beber como la perra que quieres ser, por eso te pierdes mi sonrisa de satisfacción, y mi mueca de duda.

"Hablemos de límites"

"Yo no puedo tener límites, Señor" - dices sin saber qué dices - "He venido aquí para ser usada por Usted como a Usted le apetezca, sin límites ni palabra clave"

"¿Y luego?" - Te formulo la pregunta del millón.

"Luego si Usted quiere, para ser Su esclava, Señor, por siempre y para siempre" - dices sin un atisbo de duda en la voz, con tal seguridad que me dejas más que parado.

Compruebo en el reló que son casi las cuatro de la tarde, y sonrío ante lo que se te viene encima. Entro en la casa, dejándote en el porche a cuatro patas, con el bol de agua ante ti, cuándo regreso traigo dos boles más, uno en el que se lee claramente la palabra comida y el otro sin letra alguna, saco de enmedio de ti el de agua, te entrego el que no está marcado para que lo sujetes bajo la barbilla, luego te meto la polla en la boca y te follo con dureza; intentas soportar cada acometida con entereza, mientras te comunico que todo lo que salga de tu boca deberás beberlo más tarde, y entonces encajo la polla en tu garganta, te sujeto la cabeza, y la oprimo contra mi pelvis, dejántote sin aire que respirar, poco después a las lágrimas le siguen las arcadas, luego la saliva chorrea por las comisuras de tus preciosos labios, y cuándo crees que no soportarás más la ausencia de aire, te retengo un poco más, luego la saco, te miro a los ojos, te ordeno que tragues, vuelvo a entrar, y vacío la jarra y media de agua que bebí dentro de tu boca, cómo puedes tragas, pero no tragas tan aprisa como yo orino, así que la orina también se escapa de tu boca, también cae en el bol, también habrás de beberla.

Me miras con otro tipo de lágrimas en los ojos, sabes de sobra que te estoy probando, que estoy buscando un renuncio en cada práctica, no obstante cuándo termino de limpiarme la polla en tu cara y me retiro dos pasos, y te miro, cierras los ojos, te llevas el bol a los labios y comienzas a beber despacio su contenido, lo haces así para deleitarme, y vaya si lo consigues. Cuándo terminas y abres los ojos, el mundo se te cae encima, junto a mi está Mi esclava, desnuda por completo, de rodillas con el culo mirando al cielo, expuesta y dispuesta para ser usada.

No me molesto en presentaros, total, ¿para qué?

Hago que Mi esclava recobre la verticalidad, la beso en los labios, y le doy una orden que le quema el alma "Isa, prepárela para mi"

Ambas mujeres son monógamas hasta el alma.

La orden tarda en ser acatada, finalmente lo es, Mi esclava prepara a ¿su futura hermana?

Cuándo Mi esclava vuelve con Julia me encuentra en la cocina preparando lo que será la base de la cena de esta noche; entonces recuerda que hoy es sábado y que cómo cada primer sábado del mes una cena acoge a nuestros amigos del mundillo, mira a Julia con una sonrisa maliciosa, divertida y me pide permiso para usarla mientras yo estoy a lo mío. Se lo concedo, y entonces Julia aprende que no siempre la usaré yo de mi propia mano, y lo sabe con la práctica; Mi querida esclava la abofetea, la usa para su placer y el mío propio, hasta que me pide permiso para correrse y se lo niego, entonces ya no es tan divertido tener una lengua en el clítoris, ni los preciosos labios de Julia entre los labios; las hago esperar mientras termino algo, después las miro a ambas, saco la boca de Julia de la entrepierna de Mi esclava, y simplemente examino su cuerpo en profundiad desde la la raíz del pelo hasta la cutícula de las uñas de los pies, y mientras lo hago la humillo.

"Esta noche servirá la cena" - le anuncio a una Julia excitada - "Isa, usted me acompañará a la mesa"

El brillo de los ojos de Mi esclava muestran la felicidad habitual en ella y que perdió hace rato, cuándo le ordené que preparara a Julia para mi, se muestra mimosa, no obstante le paro los pies, le dejo claro que las castigaré a ambas por cada fallo de Julia al servir la mesa, y le ordeno que la eduque al respecto.

Sabe cómo soy, llevamos demasiado tiempo juntos, así que tras pedir permiso para abandonar la cocina, y obtenerlo, se marcha con Julia para darle las indicaciones precisas. Obviamente no le explica que no cenaremos ella y yo solos, no es necesario dar toda la información con demasiada antelación, no es cuestión de ponerla histérica antes de tiempo, ¿o quizá sí? Al fin y al cabo sus padres serán mis invitados esta noche, ¿debería saberlo? Malditas dudas...

Un cuarto de hora antes de que comiencen a llegar mis invitados la despierto de la larga siesta que le he permitido dar, la despierto como siempre despierto a Mi esclava, follándola; me sonríe mientras se corre, me sonríe mientras la lleno, me sigue sonriendo mientras le pongo el collar, las cadenas que unen muñecas y tobillos al collar, y para mi asombro continúa sonriendo cuándo le comunico que no cenaremos solos Mi esclava y yo, sino muy acompañados, tanto que incluso sus padres estarán a la mesa. Tanta sonrisa me escama.

"Lo sé, Señor, mi madre me explicó el miércoles que cenarían con Usted hoy, por eso he venido hoy" - me explica con una amplia sonrisa en los labios.

"¿También le explicó que sería usada, cómo lo será usted, perra? - Le informo a la vez que le pregunto.

La sonrisa desaparece, una mirada de preocupación aparece en su rostro, una pregunta no pronunciada es formulada por sus labios ¿usada?

Si hasta ahora pensaba que todo no era más que un juego, cuándo el jardín empieza a llenarse de invitados y ella tiene que ir pasando entre ellos con una bandeja para ofrecerles una bebida, entiende que no habrá juegos esta noche. Estoy pendiente de ella, por eso veo una lágrima rodar por su mejilla cuándo se acerca a sus padres, una mirada clavada en el suelo mientras les ofrece una bebida, la lágrima es de pura vergüenza.

Me acerco hasta dónde está, le quito la bandeja de las manos y se la entrego a su padre, acto seguido le levanto el mentón y le doy una bofetada, no dice nada, no puede, está hierática, se queda tan inmóvil cómo puede mientras le follo el coño con dos dedos, cuándo doy la demostración por terminada, llevo esos dos dedos a la boca de su madre que los escamonda con lengua y labios para acto seguido recibir una de mis bofetadas como premio; miro a Julia que sigue sin decir nada, en su rostro hay una interrogante tremenda, sus facciones muestran una exclamativa pregunta.

"¿Qué es lo que quiere saber?" - Le pregunto drigiéndome a ella.

"Yo pensaba que el ser sumiso era mi padre, no mi madre" - balbucea Julia.

"Piensa demasiado para ser sólo una aprendiz de sumisa" - le digo sin mirarla - "¿No ha pensado que mi querido amigo y yo pudiéramos tener un acuerdo de cesión de esclavas?"

Julia abre mucho los ojos cuándo ve cómo su padre manosea por debajo de la falda a su madre sin ningún pudor mientras le clava la mirada un instante en las pupilas para luego decirme que prefiere que su hija esté entre mis manos que entre las de cualquier otro Dominante... Me recuerda tanto a ella...

La cena termina, la gente se va, Isa y yo nos vamos a la cama, no sé, ni me importa saber dónde está Julia, estoy tan cansado...

Abro los ojos y lentamente voy despertándome...

"¡¡Vaya siesta te has echado!!" - Comenta alguien.

Lentamente voy volviendo a la realidad, Isa me mira con una sonrisa en los labios y una ceja arqueada, señal de que he hablado mientras dormía

"¿Quién es Juia?" - Pregunta la hija de mi amigo con una sonrisa burlona en los labios

"Alguien de mi pasado" - le respondo mirándola a los ojos.

Tras la siesta una breve charla, después Isa y yo nos despedimos y volvemos a casa, ella sabe quién fue Julia, lo que no sabía hasta esta tarde es cuánto la echo de menos. No dice nada, tampoco es necesario, sabe que me llena por completo, en ese sentido nunca tuvo celos de sus hermanas, total, ¿para qué?

Un saludo

Karl H

martes, 6 de mayo de 2014

Dique seco, cuerdas y cera

Dique seco, cuerdas y cera
Estoy en el dique seco de la inspiración.

Las musas se han ido de vacaciones adelantadas, y no obstante...

... No obstante últimamente la cuerda me inspira, la cera me inspira, así que mezclo cuerda y cera, cera y shibari, y dejo volar la imaginación mientras enseño, y muestro y zancadilleo, y hago dudar, y me doy de esa otra manera en la que también soy yo.

Y soy feliz

Un saludo

Karl H